Pienso que la decisión fue más allá del negocio de las pieles o de los derechos del visón, fue por el bien común al saber que la nueva variante provenía de esa población de animales y justificaron la muerte de esos seres vivos para no perpetuar el virus y que causara más muertes humanas, además de dejar de lado las perdidas monetarias que conllevaba la decisión.

En mi opinión, la crueldad contra los animales es un acto inmoral.

Ello no significa que no esté de acuerdo en comer carne animal o usar pieles para el calzado; sin embargo, en el caso específico de los visones (mink) que nos ocupa me causa conflicto el hecho de que se críe esta especie únicamente para su sacrificio brutal y en condiciones deplorables; más aun que se trata del insumo de piel considerado de mayor lujo lo cual contrasta gravemente la crueldad con la que son tratados estos animalitos.

Desconozco la industria y si es posible ahora o lo hubiera sido en ese momento, pero mi sugerencia sería, al igual que con las personas, poner a los visones en cuarentena previo a su sacrificio, para ver si de forma natural resistían el virus y de esta manera evitar la matanza indiscriminada.