Comparte tu experiencia sobre un caso en el que te hayas encontrado en una situación y contexto laboral que vulneró tus valores personales y profesionales. Si te sentiste ante un dilema ético y si te experimentaste libre o no, para tomar una decisión que fuera congruente con tu forma de ser.
Desarrolla tu relato cubriendo estos tres puntos:
Describe la experiencia que tuviste ante un dilema ético profesional (en la medida en que tú desees aportar).
Tu postura personal y argumentos sobre la decisión que tomaste.
¿Qué consejo le darías a aquellos más jóvenes que tú y que se están integrando al mundo laboral?
Hace algunos años en la ciudad de Querétaro me toco trabajar para una firma la cual estaba bajo la dirección de una persona la cual carecía de muchos valores y sobre todo de empatía hacia las personas, en ese lugar me toco ver varias situaciones que servirían perfectamente para ejemplificar una experiencia que ética.
Por azares del destino me toco hacer de todo en esta firma, desde hacer labores de consultor hasta un poco de administración de esta firma, en esta ultima actividad me toco ver o percatarme de varias cosas, de lo mas fuerte, me toco ver como el socio no reporto un pago bastante fuerte de un grupo multinacional, que de acuerdo a al tamaño de la empresa o grupo supongo no se debieron percatar de un pago doble que realizaron por un servicio que aun no habían recibido, cuando yo se lo mencione me dijo que no dijera nada, que el lo arreglaría, lo cual no hizo, creí que en su momento no lo hizo por que era quincena y creí que lo utilizaría para el pago de las nominas, sin embargo como solía ocurrir no lo hizo y empleo ese dinero para su beneficio personal, había veces que tardaba con el pago de nominas hasta 2 o 3 meses.
Respecto esta situación termine por irme de la firma, opte por hacerle saber a la contadora del grupo lo que había ocurrido, para que pudiera revisarlo y recuperar o revisar la situación con la firma, además de que platique con varios compañeros sobre la situación y varios preferimos buscar en otro lugar por este tipo de situaciones.
En lo personal no he estado involucrada en un dilema ético profesional, sin embargo, fui testigo de una situación. Anteriormente laboraba en una firma, había una persona de Recursos Humanos, encargada de organizar los eventos. En una de las posadas dicha persona organizó la rifa de regalos y la persona ganadora de cada premio se obtenía de una urna, donde la persona de RH había depositado los papeles con los nombres de cada una de las personas que laborábamos en la firma. En la rifa, al sortear el último premio, por ser un premio grande, los asistentes pedimos que se sacaran todos los papeles y el último fuera el ganador, la persona de RH no quería hacerlo así, sin embargo, ante la insistencia se tuvo que hacer de estar forma; al sacar el último papel nos percatamos que el nombre de varios de mis compañeros no estaban en la urna, por lo cual empezaron a reclamar, cabe señalar que los nombres que no fueron incluidos fueron los de las personas que no se llevan bien con la persona de RH. El socio de la firma al darse cuenta de la situación suspendió la rifa y posteriormente despidió a la persona de Recursos Humanos comentándonos que este tipo de actos se contraponían con los valores de la firma y que cualquier acto que se contrapusiera a dichos valores tenía cero tolerancia.
Mi consejo para las personas que se están integrando al mundo laboral es que siempre actúen con integridad, sean profesionales y no involucren sus preferencias personales.
En una ocasión, hace algunos años, un compañero omitió involuntariamente considerar una factura como cobrada para el pago definitivo de IVA y se percató del error al día siguiente del vencimiento de pago.
Buscando disminuir el pago de recargos, identificó saldos a favor para acreditar y compensar, pero aun así el importe era considerable, y por tratarse de un cliente exigente sabía que habría repercusiones.
Acudió a mi para plantearme una solución donde efectuaría el pago de la diferencia sin recargos dado que la línea de captura tenía fecha de vencimiento posterior conforme a la facilidad de pagar conforme al sexto dígito del RFC. Con ello se evitaría el regaño de su jefe y del cliente.
Al analizar su situación, tuve que advertirle que su cliente caía precisamente en las excepciones para aplicar este beneficio, por lo que en mi opinión su opción no era viable ya que sólo estaría postergando el problema de un momento a otro.
Finalmente, mi compañero admitió su error y procedió con el pago del impuesto y sus accesorios; si bien, le llamaron la atención por el descuido, posteriormente pudo tener la satisfacción de ser auditado y no tener observaciones al respecto.
Mi consejo para las personas que se están integrando al mundo laboral es que siempre es mejor admitir nuestros errores en el momento en que suceden y asumir nuestra responsabilidad al respecto, ya que hoy en día las empresas y despachos buscan personas que trabajen con honestidad e integridad, en quien se pueda confiar para desempeñar una función tan clave y delicada como lo es la Contaduría. Quien oculta un error, por muy pequeño o grande que sea, no es una persona digna de confianza a quien tarde o temprano lo alcanzarán las consecuencias de sus actos.
En el año de 2011, se vivía en mi Ciudad Tampico un clima de inseguridad muy alto, había secuestros, desapariciones, cobro de piso, extorsión, balaceras, enfrentamientos armados, y se podría pensar que dilema ético profesional me vi envuelto,.
Por mi deseo de conocimiento y para poder brindar un mejor servicio en esos años tenia apenas 2 años de haber concluido mi Licenciatura en Derecho, con la finalidad de brindar un servicio corporativo a los clientes, y mi pasión por el derecho electoral y penal me llevaron a ocupar el puesto de Juez Cívico de mi Ciudad, y un día cualquiera como todos los días de aquel año por cuestiones de la inseguridad y un acuerdo con la SEDENA se logro que los militares brindaran servicio en sustitución de la policía militar.
Un día un convoy de militares llevaron 6 detenidos, un mayor de edad y 5 menores de edad, por un robo de vehículo con violencia, y ya estaban registrándolos en el libro de detenidos, y le pedí al Teniente la denuncia y me dijo que apenas iban a interponerla, claramente la detención era ilegal, y le dije que los iba a borrar del libro y se salieran de la Delegación de Seguridad Pública, y él Teniente y su tropa me increpo que ellos en San Fernando, Tamaulipas eran la Ley y le dije allá hacías lo que tu querías aquí no, por la detención ilegal nos podemos ir todos a la cárcel por ser un delito federal, y me amenazo que frente a su tropa no lo corrigiera ni le dijera sus errores o me iba a... a lo que le dije, que no me importaba que me hiciera el a mi, pero no iba a permitir o consentir por acción u omisión un delito grave, a las pocas semanas la vida me dio la razón, un avión de la SEDENA se lo llevo a el y a varios de su tropa por haber cometido delitos, y ahí confirme que a pesar de que seas amenazado en tu integridad física, profesional o laboral, no debes de perder la integridad, la ética, principios y valores.
La vida pone todo en su lugar, en ese empleo viví muchas situaciones de riesgo, dos atentados en mi centro de trabajo, pero siempre creí que el ser un servidor público implica dar mas allá de lo que esta en tus manos y te debes a la sociedad.
Porque acepte el puesto, para poder retribuir un poco de lo tanto que me ha dado la sociedad como profesionista, ahí trabaje por servir no por el sueldo que percibía, a veces lo gastaba en los hijos de los detenidos y en detenidos de la tercera edad, no creo haberme equivocado por esos 2 años y medio de servicio, creo que me permitieron ver que la integridad, los valores y principios son y deben ser parte de nuestra filosofía del día a día.
El dinero va y viene los principios y valores solo una vez se van y jamás regresan.
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